Muchos consumidores de café a nivel mundial pueden explicar con suficiente detalle las diferencias que hay en cada procedimiento para hacer un buen café, y la mayoría confirma que el mejor proceso es el liofilizado. Hoy vamos a hablar sobre las diferencias entre el café liofilizado y el café soluble, y el porqué el método liofilizado está dominando el mercado.
Primero tenemos que explicar cada procedimiento por separado. Empezaremos por el café soluble; este es un café en polvo, normalmente instantáneo, que pasa por diferentes procesos. Se comienza tomando el café en polvo, concentrándolo para ser desecado y luego pasándolo por un método de pulverización. Ese proceso puede ser brusco para el café, lo que hace que pierda aroma y parte del sabor.
La liofilización es un procedimiento menos agresivo para el café, lo que le permite conservar sus propiedades originales de aroma, sabor y textura. En este proceso de ultracongelación, el café es llevado a temperaturas muy bajas para luego llevarlo a una cámara de deshidratación que elimina el agua directamente desde el estado sólido al estado gaseoso. Ya que no tiene que ser pulverizado ni desecado, con este procedimiento el café liofilizado es capaz de conservar sus propiedades organolépticas intactas.
Ahora, ¿cuáles son las principales diferencias entre el café solubilizado y el café liofilizado?
- El café liofilizado conserva sus propiedades intactas, mientras que el soluble pierde parte del aroma y el sabor, y estos deben ser añadidos artificialmente después.
- El aspecto del café soluble es más suelto y en polvo, en cambio, el café liofilizado tiene un aspecto más seco y compacto.
- El proceso de liofilizado es más respetuoso con el café y más económico que el soluble.
Con todos estos beneficios, no es de extrañar que nuestras dos infusiones de café premiums contengan una parte de café liofilizado con una parte de café molido para mejorar el sabor.